Agosto 2013, me encuentro en el pueblo de playa donde veraneo, me queda 1 semana para volver a casa, no quiero marcharme sin ir a visitar a ese traumatologo que 1 año antes me visitó pero no pude hacerme aquella resonancia que me mandó (después de haberle dicho que de golpe se me durmieron las manos) debido a mi inminente embarazo.
Voy a verle, le cuento mis dolores de cervicales, mis manos dormidas y con extrañas sensaciones desde hace ya justo 1 año, mis mareos, esa sensación tan rara en las piernas al meterme en la piscina, el cansancio extremo (que yo echaba tanto la culpa al cuidado de mi bebe), la torpeza repentina al bajar las escaleras de un primero.... Me dice que vaya urgente a ver al neurólogo y le cuente todo esto.
Eso hago, 2 días más tarde allí estoy, en la sala de espera, con mi padre, riéndonos de todo como siempre, sin saber que todo cambiaría al entrar en esa consulta. Lo típico, me pregunta y yo contesto, le explico toda la historia de mis rarezas, me examina con todo tipo de pruebas artesanas como digo yo, nada, que parece que todo esta en orden, se sienta y empieza a escribir, mientras yo sigo hablándole, tengo esa manía, hablo mucho y a veces interrumpo, le sigo contando cosas raras que me pasan, que si la cintura me aprieta mucho, como sí llevará un cinturón muy fuerte, que si a veces tengo hormigueos en diferentes partes del cuerpo....entonces deja de escribir, se levanta rápido, esta muy serio, me dice que me levante, flexiona mi cuello hacia abajo y a mi me entra ese calambre extraño que llevo tanto tiempo explicando y me miran como sí estuviera loca, me pregunta si siento justo eso, le digo que sí, y aquí empieza mi pesadilla. Se dirige a su enfermera y pide resonancias, y a continuación dice en voz alta sin dirigirse a nadie: esta chica puede tener una enfermedad importante. Sin saber más, me entra un tembleque por todo el cuerpo, tengo ganas de llorar, veo que mi padre se ha quedado mudo, y nadie dice nada, le digo que me diga que tipo de enfermedad, que tengo un bebe de 4 meses, ve que estoy muy mal y me dice: tranquila que no vas a morirte, debes hacerte estas pruebas con urgencia,te vamos a hacer un estudio sobre desmielinizacion.
Así de frío, así de doloroso, y mi padre allí, escuchando lo que acaban de decirle de su única hija. No se qué fue lo más doloroso de todo.
Lo siguiente ya fueron las pruebas, y lo siguiente el resultado definitivo.
En septiembre de 2013, con un bebe de 5 meses, a 2 meses de cumplir los 30 años, me diagnosticaron Esclerosis Múltiple. Y el alma se me llenó de pena.
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