Antes hacía muchas cosas, y me fastidia pensar que es por culpa de la esclerosis múltiple que ya no hago ni la mitad.
Todo lo que hago es premeditado, apurando la energía hasta que llegue la noche, y me fastidia pensar que es por lo que es.
Es cierto que una persona con esclerosis múltiple puede llevar una vida más o menos normal pero lo cierto del todo es que vivimos atados a ella, queramos o no.
Mi día a día se basa en trabajar y luego estar con mi pequeño, pero si me comparo con otra persona que no tenga EM, tampoco veo mi día a día tan diferente, trabajar, cuidar a sus hijos, estar con la familia...
La diferencia la noto en los fines de semana, antes salía el viernes por la tarde y ya no paraba de hacer cosas hasta el domingo por la noche.
Ahora solo puedo hacer "un extra" cada fin de semana, porque luego la recuperación es mortal. La fatiga me puede, la manera de combatirla es una de dos: o no parar y cuando paro morir 1 semana entera, o dosificar la energía, últimamente opto por la segunda, tengo demasiadas obligaciones como para seguir hasta que el cuerpo aguante.
Necesito hacer más cosas, no quiero estar siempre limitada por su culpa, no quiero vivir atada a ella, nunca he sido de atarme a nada y ahora estoy obligada a ello, pero por suerte, hace tiempo hicimos las paces.
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