Bastó una única semana para que todos los planes que iban encarrilados en mi vida se torcieran y todo se pusiera patas arriba.
Vas a la visita de control de cada 6 meses de esclerosis múltiple, y acabas llamando a tu madre para decirle que te recoja al niño de la guardería porque te quedas a que te pongan un bolo de cortis, que han detectado que estás en pleno brote. Un brote que has ido escondiendo durante dos meses a ti misma y a tu alrededor.
Por suerte el caos no duró más que eso, una semana, un descontrol en casa respecto a horarios, rutina totalmente descantillada, con la sensación de que si yo fallo todo va mal, ayuda para todo de todos y he tenido la paciencia de aceptarla. Con la medicación, la ayuda y mucho reposo y tranquilidad me he recuperado bastante rápido.
Estoy mejor, me atrevo a decir que casi bien del todo, ya he vuelto a la rutina, todavía sin hacer el deporte que venía haciendo porque la cabeza aún se me va y me mareo, pero vuelvo a ser autónoma, y los planes que quedaron aparcados por la maldita, siguen su camino, y contenta de contároslo.
Pasito a pasito :*
ResponderEliminarEsta vez sí, no sea se la cosa recaiga! :)
EliminarSiempre adelante!, esto molesta (mucho a veces) pero no puede con nosotros.
ResponderEliminarA terminar de mejorar y a volver a ser el apoyo de lis demás.
Un besote, Cleo
Gracias Cleo, baches en el camino pero aprendiendo a sobrellevarlos, otro beso para ti
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