Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido..

Lo último que escribí sobre mi historia, fue después del pequeño brote de diciembre, justo antes de Navidades del que me recuperé bien y luego fue cuando me pegó el bajón emocional.

Bueno, pues decidí ocuparme y poner soluciones a los posibles problemas que estaban surgiendo, a lo que me estaba frenando y me estaba dejando sumergida, a lo que no me dejaba pensar con claridad... y cuando te ocupas de las cosas que te preocupan, antes o después, vuelve la calma y cada cosa vuelve al sitio donde tú la quieres tener. 

En mi caso, ha sido tan fácil como buscar el tiempo para poder pensar y para hacer, (o más bien, que la oportunidad haya llegado sola) sí, por raro que suene, no tengo tiempo para pensar y eso me colapsa. Casi todo mi tiempo va dedicado a mi hijo, el hecho de que me haya pillado esta época sin trabajar, ha sido muy bonito por una parte, pero muy duro por otra. Han sido meses que me he tenido que "descuidar" de mi para dedicarme de quien realmente lo necesita más, pero no hablo de descuidar el pintarme las uñas, o ponerme mascarillas en el pelo, el problema es que mi salud no la puedo seguir descuidando y tengo que ocuparme de estar bien y eso requiere el tiempo que digo que no tengo. Por mucho que mi madre esté disponible y no le importe suplirme, mi niño es un guerrero que agota a toda la familia y al vecindario si hace falta, y no es cuestión y punto. Y decía antes, que las soluciones a veces no dependen de una, mi idea era llevarlo a la guardería (unas horas solo) el pasado septiembre, pero no me tocó la pública y las privadas valen una pasta y dada la situación actual no nos lo podíamos permitir, así que entramos en lista de espera y nos quedamos en el puesto 13 de la lista. Me dijeron que me olvidara, que era muy difícil que hubieran tantas bajas y que hasta septiembre siguiente no habría. Mira como son las cosas, que a veces la suerte se pone de tu parte y empiezan a lloverte buenas noticias. El pasado viernes 13, me llaman de la guardería y me dicen que tienen una plaza libre, que han habido muchas bajas este año por la gripe... uuuuuhhhhh!!! le dije instantáneamente que cuando quedábamos para hacer la matricula! Así que en ese paso estoy, en que dentro de unas semanas, dispondré de más tiempo para mi, para poder hacer lo que debo y lo que ya toca hacer. El otro día tuve que aguantar el comentario de alguien muy cercano pero que no quise entrar por no llevar la conversación a una discusión, yo explicaba que un niño cansa mucho, que todo el día es duro, que cuando no es hacerle su comida, es dársela, y sino es hacerte la tuya, y cuando no cambiar el pañal, etc, etc..y todo el día va detrás de ti, hasta al lavabo, bla bla bla.. y me dijeron que ni que hubiera sido yo la única que ha tenido un niño, que todas lo han hecho y que no es para tanto! me callé y pensé para mis adentros, que la única que ha tenido un niño no, pero quizá la única que ella conoce con EM sí, y eso cambia la cosa.  En fin, me alteran estas conversaciones!

Después del bendito rollo sobre mi combinación Maternidad y EM (tengo post pendientes sobre el tema y me centraré solo en eso) os cuento que ya me hice la RMN de control de medicación con Avonex, sigo con mi claustrofobia , pero con algunos consejos de relajación y una pastilla relajante supe aguantar la hora y cuarto casi sin agobio. En unos días me llamarían para los resultados.Casualmente también el pasado viernes 13 me citaron para mi neuróloga, y tengo la buena noticia que daros que la enfermedad se mantiene estable, que no hay nada nuevo (más que el brote) y que sigo con Avonex!! Esto ha sido un subidón de fuerza bestial.

Estoy re-incorporándome al gimnasio poco a poco, llevo un par de sesiones con un fisio para dolores de espalda.

Estoy en búsqueda activa de trabajo, bueno ya llevo tiempo, pero ahora tendré más tiempo para buscar por más sitios. Entradas pendientes sobre este tema.

Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, una vez me contó, un amigo común que la vio, donde habita el olvido 
Joaquin Sabina