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sábado, 1 de marzo de 2014

Decidida a compartir

Llevo un tiempo dando vueltas a la cabeza sobre sí escribir un blog o no, sobre sí contar mi historia o no y finalmente ha ganado el si. El SI es positivo, como yo, y por lo general en mi vida, siempre ha tirado más lo positivo.
Quiero compartir, con quién quiera leerme, mis historias con la Esclerosis Múltiple, lo que supone para mi una vida llena de incertidumbre por culpa de esta enfermedad, intercambiar pensamientos con otras personas y como no, apoyarnos entre todos, porque al final y no muy tarde, vamos a ganar.





4 comentarios:

  1. Escribir es, a veces, la mejor terapia. Te vendrá bien, y seguro que también ayudarás a los que te lean

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  2. Yo también he empezado a escribir un blog, hace apenas unas semanas. El por qué? Por que aquí físicamente, sólo tengo a mi pareja que ya bastante tiene con aguantarme con mis dolores, y decidí escribir por qué a veces necesito sacar todos los sentimientos que llevó dentro, y no quiero molestar a nadie...Te felicito por tu blog, de verdad me parece muy interesante. Y si te sirve, me das ganas de comerme el mundo, aunque no siempre me sienta así. Un besazo!!!

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  3. Hola Angie!
    Primero de todo, muchas gracias por tu comentario, anima mucho leer cosas así, la intención de escribirlo es esa, además de vía de escape de sentimientos.
    Te felicito por haber empezado uno, te irá muy bien, te desahogarás y ayudarás a más personas como nosotras.
    Que sepas que tienes una lectora!
    Un besito y a comernos el mundo

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  4. hace unos días escribí estas líneas.... te las regalo

    En el blanco dejado de un pretexto
    rayando va su lugar el texto
    ecos gráficos de lo que aún aquí poseo;
    líneas, símbolos, espacios y silencios
    y hasta surgió la metáfora que ni yo comprendo.
    Logró, sin un porque buscar enserio,
    él mismo su propio contexto.
    Hasta cambió su textualidad con el pasar del tiempo,
    añorando, melancólico tal vez, el papel aquel seudocibernético
    Ya no sirve mi pretexto, garabateando
    Inutilizado ha quedado, perdón,
    sólo suciedad del blanco te presento.
    Ahogado es el presente de aquel inerte deseo.
    Sé que es tuyo el manchón de texto. Te lo ofrezco.
    Tal vez sean – enriqueciéndolo – otros los contextos.
    Con rara sensación de nostalgría, miro
    como alcanza entre tus dedos
    diversa textualidad, aquellos, los mismos versos.

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